MiniBio
Maria José Ortega Armas, y mil apodos…… Maria,
majo, jose, gorda, majito, etc etc. Naci en el 60, en Capital Federal, ciudad
que era de las luces, y hoy es de la inseguridad, la enajenación, las
oportunidades formales, el alejamiento de la naturaleza, de la mirada del otro,
de la contemplación de las estrellas.
Hoy, que tuve la fortaleza de alejarme de ella, que en realidad
representa mi historia, mi familia, mis lugares, no me gusta volver a Bs As,
solo lo hago, porque mis hijos sí la eligieron para vivir. Yo elegí Miramar, que tenía el otro 50% de mi
historia, mis vacaciones de 3 meses cuando era chica, las mejores travesuras
con mis cinco hermanos fueron acá, mi primer amor también nació acá. Me parecía el mejor lugar en el mundo para
que mis hijos crecieran más libres, y más cerca de los mal llamados “valores
tradicionales” yo los llamo simplemente Valores.
Creo que la transgresión está en mi ADN. Solo sé vivir en esa tensión. Porque así como es un sentimiento
adolescente, transgredir para reubicarme en el lugar que yo elijo, hoy, a mis
cincuenta y tres, la transgresión es una forma de resilencia, para defender
simplemente valores. La coherencia,
entre las declamaciones y las acciones; la honestidad (hoy al honesto le dicen,
“tu honestidad bruta!!!!”) el anticonsumismo, el respeto a la diversidad de
pensamiento, etc. Etc., parecen transgresiones, y a mi entender son simples
acciones deseables en una sociedad. En la misma línea de pensamiento está el
tema de la moda, y sus terribles derivados!!!!!. Creo que la ideología, que nos
atraviesa a todos (a cada uno la suya) está reflejada en absolutamente todo, la
forma de vestir, de decorar mi casa, de elegir mis vacaciones, de relacionarme
con el vecino, con mis conocidos, con mis compañeros de trabajo, mis amigos y
mis no amigos también.
Desde esa mirada, formé mi familia con tres
bellos hijos, que hoy, ya grandes, han elegido caminos muy diversos entre sí,
pero tienen en común ese pensamiento crítico a sus realidades, y viven en el
constante trabajo que exige la coherencia, entre sus pensamientos y sus
acciones. Son hacedores de sus caminos,
ninguno “transcurre” su vida.
En esta vida, he realizado dos grandes
funciones, ser mamá, que por suerte no acaba nunca….. y ser docente, bella
actividad esta, que te permite militar el principio de igualdad social. En la educación (quiero destacar su
diferencia con “en la escuela”) siempre intente transmitirle a los chicos (edad
adolescente) que solo de ellos depende alcanzar las metas, que el esfuerzo tiene recompensa, y la
chantada tiene castigo, que la pasión bien encauzada puede ser nuestro motor
toda la vida, que el cumplimiento de la palabra y el uso de ella, nos define en
sí misma. Todo esto fue un gran trabajo
personal, ya que creo que solo desde el hacer se es docente. Solo siendo lo que
digo puedo enseñar. Mis alumnos fueron parte de mi motor en la vida. Creo que
no hace falta aclarar que en este rol, mi transgresión, fue un elemento muy
importante.
¿Qué valor priorizas para considerar a
una persona?
Lo que me importa de las personas son dos
cosas, el respeto por el otro, y la verdad de lo que dicen, materializada en lo
que hacen. Creo que la verdad, y la
solidaridad son los elementos que nos permiten ser, en lo individual, y en lo
social también.
¿Qué opinas
sobre la tendencia actual de exhibirse y exponer la intimidad a través de las
nuevas tecnologías como facebook o similares?
Valoro las nuevas tecnologías, pero creo que
falta mucho para comprender su buena utilización. Así como nos pueden ayudar en necesidades como
el conocimiento, el juego y la comunicación, también nos dan un espacio donde
no damos la cara para decir lo que pensamos, o pueden ser lugares de perversión
y delito. La veo como un arma de doble
filo, donde hay una tendencia a confundir entre lo privado y lo público. Siempre me molestaron las revistas de
chismes, porque no podía creer, que se generara una industria sobre “meter las
narices en la vida de los demás” y hoy veo que muchas de las nuevas tecnologías
que usan para poner en una ventana la vida privada de TODOS, y para escondernos
para decir muchas cosas. Sobre esto,
tenemos un trabajo importante los adultos frente a los jóvenes, que prefieren
utilizar el mensaje de texto, a la comunicación telefónica, por ejemplo. En este mismo sentido, estas herramientas se
pueden utilizar para mejorar la lectura y la escritura (por el acceso a
escritos, libros, documentos, etc.) o pueden tener un efecto contrario, al no
requerir un esfuerzo intelectual el escribir correctamente, por ejemplo.
¿Piensas que es
importante la existencia de las bibliotecas públicas?-
La biblioteca pública, me parece un valor
social, como la salud y la educación, y otros más, que se deben defender. La he usado muchísimo, sobre todo en la época
escolar de mis hijos y en mi etapa universitaria. También creo que es un hábito a inculcar a
los jóvenes. Mis hijos, en su etapa
universitaria, asistieron y asisten a la Biblioteca Pública Nacional, casi como
un ambiente más de su departamento, para ir a estudiar. De hecho en Buenos Aires, las bibliotecas
siguen siendo un lugar para los estudiantes. Una lástima que en nuestra ciudad
no haya crecido nuestra biblioteca.
En mi caso, siempre me dediqué a la lectura de
las novelas, la historia novelada, teoría política, filosofía, etc. Hoy estoy atrapada en las novelas de
Florencia Bonelli.
Hay dos temas de gran actualidad: el
maltrato y la violencia de género, ¿crees que la depresión, consumo de alcohol
u otras sustancias son motivos para liberar al agresor/agresora de su
responsabilidad?
En cuanto al tema de la violencia en general,
creo que el miedo, la desesperanza, la angustia y los problemas que tenemos,
nos llevan a ser violentos. Desconfiamos
de un extraño que se nos acerca, los problemas en nuestra cabeza, nos limitan
el estar atentos a los otros. Este nivel
de violencia, tiene que ver con la indiferencia, y no con la agresión. Cuando entramos en el terreno de violencia
“activa”, me parecen que son muchos los factores que la promueven. El principal, creo que tiene que ver con lo
que aprendimos en nuestro proceso de construcción personal, si frente a
nuestros errores, recibimos una acción violenta de palabra o física, tenemos
incorporada esa forma de reacción, frente a los errores de los demás. Lo bueno de esto, es que si lo deseamos
podemos modificarlo, no estamos “condicionados” a reaccionar así. La sociedad de consumo, el ser lo que
tenemos, el valer por las posesiones, el tener que mostrar, esta sociedad del
espectador, donde el 90% mira lo que los demás tienen, nos generan una
plataforma de violencia, donde debemos manejarnos, o bien dejándonos llevar y
siendo violentos, o racionalizándola y eligiendo otra manera de vivir.
La violencia de género, no tiene ningún
justificativo diferente a lo que pienso de la violencia en general. Es más, la asocio más a la violencia que
muchos padres/madres ejercen sobre sus hijos.
Es una relación desigual de poder físico (niño/adulto, hombre/mujer,
mujer/hombre) donde el más fuerte abusa del más débil. Canalla por igual, en cualquiera de las
situaciones.
Gracias María José!
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