En el calendario de la Roma antigua ya existía una fiesta de
la mujer y que al igual que hoy tenía lugar en marzo que era el mes dedicado a
las mujeres y durante el cual eran agasajadas por los varones.
Para ser precisa el primer día del mes se honraba a la diosa
Juno Lucina, protectora de las mujeres casadas que acudían al templo a
suplicarle por el éxito y la prosperidad de sus matrimonios. Ese día las matronae tenían todo el poder.
En estos acelerados tiempos solo tenemos un Día de la Mujer y
es el 8 de marzo, fecha importante para recordar quienes somos y que tan grande
es nuestra contribución a la sociedad en la que vivimos. Un aporte casi siempre
silencioso pero indispensable e invalorable.
Tengamos presente todo lo que ya hemos obtenido, en muchos
casos gracias a aquellas que pasaron por el mundo antes que nosotras, pero pongamos
empeño para arribar a nuevos logros.
Hoy estamos en condiciones de hacer respetar nuestro derecho
a ser valoradas; a que no se nos impida disfrutar y gozar del ejercicio de
nuestras libertades como seres humanos; a ser educadas libres de patrones
estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en
conceptos de inferioridad o subordinación.
Marta Arabia
Marta Arabia
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